sábado, 16 de febrero de 2013

"Un pueblo conquistado por Lorca". Nota de Jorge Dubatti en Tiempo Argentino

23.12.2012 | Bodas de sangre en El Séptimo Fuego de Mar del Plata 
 Un pueblo conquistado por Lorca
Desde su visita al país, Lorca gozó aquí del reconocimiento popular. Este verano se presenta una versión de Bodas de sangre, dirigida por Antonio Mónaco.
Por: Jorge Dubatti



Desde sus primeros contactos con Federico García Lorca, la Argentina ha demostrado genuina pasión por el poeta y dramaturgo español. Ese fervor se advierte ya en la visita de Lorca, quien llega a Buenos Aires el 13 de octubre de 1933. Hasta el 31 de marzo de 1934, García Lorca es aclamado en la ciudad porteña, visita La Plata y Rosario, viaja a Montevideo entre fines de enero y principios de febrero. En Buenos Aires da conferencias, asiste a las puestas de sus obras que presenta Lola Membrives (Bodas de sangre, La zapatera prodigiosa, Mariana Pineda), lee en privado y en público fragmentos de Yerma, asiste a la puesta protagonizada por Eva Franco de La niña boba (adaptación de La dama boba de Lope de Vega realizada por Lorca). Poco antes de su partida, realiza en el Comedia una función privada de títeres, con el apoyo de los artistas plásticos Jorge Larco y Ernesto Arancibia: representa Euménides de Esquilo, un entremés de Cervantes y su obra Retablillo de don Cristóbal. Hay dos cartas de Federico a su familia que registran aquel entusiasmo en su real dimensión. La primera es del 20 de octubre de 1933, a una semana de su llegada. Dice Lorca: "Estoy abrumado por la cantidad de agasajos y atenciones que estoy recibiendo. Estoy un poco deslumbrado de tanto jaleo y tanta popularidad." "Aquí, en esta enorme ciudad, tengo la fama de un torero." Lorca cuenta a su familia que noches atrás asistió a un estreno en un teatro y "el público, cuando me vio, me hizo una ovación y tuve que dar las gracias desde el palco. Pasé un mal rato, pues estas cosas son imprevistas en mi vida. Ya veréis los periódicos. Una cosa como cuando vino el príncipe de Gales. ¡Demasiado!." La segunda carta, sin fecha precisa (aproximadamente de diciembre de 1933), figura al reverso de una foto, y dice: "Estoy muy mal porque estaba nerviosísimo de tanto beso y tanto apretón de mano. Cuando me fui al hotel no pude dormir de cansado que estaba. Aquí por eso [se refiere a la foto] tengo una sonrisa falsa porque lo que quería era que me dejaran solo y veo que es imposible." Lorca dice que no para a comer en el hotel, siempre invitado "y llevado y traído. Esta mañana firmé en la cama veinte álbumes. He tenido que tomar un muchacho que me sirva de secretario y de mecanógrafo y me defiende de las visitas que llegan hasta la cama. Algo atroz." La enorme popularidad de Lorca en Buenos Aires le permite afirmar que en la ciudad viven tres millones de habitantes, pero que tantas fotos han salido en los diarios que "me conocen por las calles. Esto ya no me gusta. Pero es para mí importantísimo porque he conquistado un pueblo inmenso para mi teatro." La visita de García Lorca dejará inmediatamente una huella imborrable y muy productiva en la Argentina, que se multiplicará con la noticia de su temprana desaparición y muerte en 1936 en el contexto de la Guerra Civil. Entonces Margarita Xirgu sale de España en gira por Latinoamérica y llega a Buenos Aires en 1937. Sectores de la derecha la atacan por "comunista" e intentan sabotear sus presentaciones. Sin embargo, la gran actriz española sube a escena y lo hace nada menos que con Doña Rosita la soltera y Yerma de García Lorca y Cantata en la tumba de Federico García Lorca de Alfonso Reyes, con gran apoyo del público. En 1938 Xirgu presenta La zapatera prodigiosa de Lorca y en 1945 La casa de Bernarda Alba. La noche del estreno, Xirgu afirma entre ovaciones: "Federico quería que esta obra se estrenara aquí y se ha estrenado, pero él quería estar presente y la fatalidad lo ha impedido. ¡Maldita sea la guerra!" A través de las décadas, la pasión por Lorca ha dejado su huella en ediciones, ensayos, influencias en la dramaturgia y la poesía nacionales, y por supuesto incontables puestas en escena. Entre los ensayos cabe recordar García Lorca. Persona y creación de Alfredo de la Guardia (1944), Federico García Lorca. Estudio crítico de Guillermo Díaz-Plaja (1948), Las máscaras de Federico García Lorca de Arturo Berenguer Carisomo (1969), García Lorca en Buenos Aires. Una resurrección anterior a la muerte de Pedro Villarejo (1984), Margarita Xirgu en el entorno de Federico García Lorca de Alberto M. Oteiza (1990), En lo más oscuro del pozo. Figura y rol de la mujer en el teatro de García Lorca de Susana Degoy (1996) y los incontables trabajos de Emilia de Zuleta, Pablo Medina, Luis Martínez Cuitiño, Irma Emiliozzi, Osvaldo Pellettieri, María Teresa Pochat, entre muchos otros. Mención especial merecen las puestas en escena que, sólo en lo que va del siglo XXI, contabilizan decenas, a cargo de directores de estilos diversos: Vivi Tellas (La casa de Bernarda Alba), Daniel Suárez Marzal (Yerma), Juan Carlos Gené (Bodas de sangre), Rubén Szuchmacher (Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín), Santiago Doria (La casa de Bernarda Alba), Daniel Spinelli (La zapatera prodigiosa, títeres), entre muchos. Hay que destacar, del director Héctor Presa, Federico de Buenos Aires, sobre la visita de Lorca en 1933-1934, espectáculo que incluía la representación de escenas de Mariana Pineda, Bodas de sangre y Yerma. Abundan los espectáculos armados sobre la poesía de Lorca, así como la presencia de su obra en las escuelas y talleres de actuación y dirección. 


Este verano el director Antonio Mónaco presenta una versión de Bodas de sangre con el Teatro de la Universidad Nacional de Mar del Plata, creado en 1991 y uno de los equipos fundamentales de la escena marplatense. Como es costumbre en Antonio Mónaco, sus adaptaciones están orientadas por un renovado sentido político. Dice Mónaco: "Lorca desarrolla una obra que juega de manera tan honda como desgarradora con la estrecha y conmovedora relación que el ser humano encuentra entre lo luminoso del amor y lo tenebroso de la muerte. En esa profunda indagación de su época, está puesta bajo la lupa la sorda lucha entre una España anquilosada, atávica, amordazada por dogmas religiosos y morales, enamorada de la muerte, que se empeña en permanecer, y una España nueva, de mirada limpia, de gestos generosos, con sed de justicia, enamorada de la vida y del amor, que puja por nacer." Mónaco establece así un paralelo entre las dos Argentinas que hoy están en lucha, la que persiste en la subjetividad de la dictadura y del pasado, y la que ha marcado la renovación y el camino futuro en los últimos diez años. Bodas de sangre se presenta en El Séptimo Fuego, sala independiente, en Bolívar 3675. En el elenco sobresalen Silvia de Urquía (La Madre) y el mismo Mónaco (Narrador, Vecina y Padre de la Novia).

http://tiempo.infonews.com/2012/12/23/suplemento-cultura-93338-un-pueblo-conquistado-por-lorca.php

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